martes, 11 de septiembre de 2007

No podía ser otro individuo, ni tampoco otro partido

No puedo dejar pasar la oportunidad de comentar una noticia que he de reconocer me ha dejado perplejo. Si el objetivo era crear este estado de incertidumbre, los cabezas pensantes de Ferraz lo han conseguido.

Según el Mundo de Pedro Jota, el PSOE de Niebla (Huelva) está pensando fichar a un personaje con cierto gancho para reflotar al partido en la localidad onubense. Hasta ahí todo normal. Lo sorprenderte de la noticia es que esa persona encargada de devolver la ilusión a los socialista del municipio, no es otro que Eleuterio Sánchez, alias el "Lute", conocidísimo delincuente que trajo de cabeza a la policía en los años 60 y cuyo mito supo aprovechar y estirar hasta publicar un libro de memorias en el que se exculpaba diciendo poco menos que robaba por culpa de Franco (como no).

Lo cierto y verdad es que tampoco ha de extrañarnos mucho que un personaje como el "Lute", con un largo historial de servicio a la causa (a su causa, se entiende) vaya a ingresar en las filas del socialismo. No es (ni será) el primer caso de un delincuente que milita en las filas del PSOE. Podríamos retrotraernos a los años de la II República o de la Guerra Civil y contar con una lista numerosísima de asesinos, ladrones o malhechores que so pretexto del socialismo y la revolución, cometieron toda una sarta de tropelías. Ya más reciente, son los años del felipismo, donde la cantera socialista renueva planta y desde Roldán, Vera o Barrionuevo hasta los bajos fondos del Ministerio del Interior pasan a engrosar la lista negra.

Intuyo que este golpe de efecto ha sido idea de Pepiño, por aquello de darle al partido un aire más social y cercano a la calle. Ya aviso: que no nos sea difícil imaginar al Lute como futuro Director General de Instituciones Penitenciarias si Zp gana en 2008. Sería una estampa impagable.

Buen fichaje, si señor, el de el "Lute", que a buen seguro se sentirá como en sus mejores años rodeado por sus nuevos compañeros, de los que sin duda, tiene todavía mucho que aprender (y viceversa).

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