lunes, 10 de septiembre de 2007

Del adiós de Valcárcel (I)

Comienzo así lo que será una serie de artículos relacionados con el tema que sin duda, será protagonista en la Región de Murcia y que no es otro que la más que segura marcha del Presidente de la Comunidad Autónoma y del Partido Popular, Ramón L. Valcárcel Siso.

Si bien es cierto que aun faltando la confirmación del mismísimo madamas de los murcianos, los rumores se han multiplicado en las últimas semanas, lo que hace pensar que la hipótesis de la salida de Valcárcel se encuentra ya muy cercana.

Coincido completamente con el análisis que hace unos días realizó mi amigo Imperator. El momento elegido por el todavía Presidente es el propicio. Con una casi nula opososición de un PSRM inmerso en una de las mayores crisis interna que se le recuerda, con una falta de liderazgo que es total en la casa de la Calle Princesa, y con unos resultados que hacen pensar al Partido Popular que su luna de miel con las urnas se puede prolongar cuanto menos durante ocho años más (ni más ni menos), no tendría excesivos problemas el elegido para gozar del beneplácito de los murcianos. Si la sucesión se confirmara, y ésta se produjera como muy tarde a un año vista, el candidato tendría tres años para entrar de lleno en la vida de la Región y acostumbrarnos sin mucho esfuerzo a su cara y nuevo título.

Otro asunto importante, es el de los plazos. Los tiempos que se manejan para una futura salida son dos: octubre, cosa hartamente improbable debido puramente a razones temporales; y abril-mayo del próximo año. Con unas elecciones generales de la gravedad de las próximas, todo apunta a que el Presidente podría esperar a su celebración para decidir su salida. El escenario resultante de éstas, parece influir también en la decisión , pues no es lo mismo acabar la vida política de Ministro de Medio Ambiente (pongamos el caso) que de Director Gerente de una empresa murciana (por ejemplo).

La maquinaria está ya en marcha.El Presidente se va y en su partido prietas las filas esperando nuevos movimientos. Los buitres, hambrientos, esperan la carne fresa del sillón de San Esteban.

Quede para la historia contemporánea de la Región, el reconocimiento de la talla política de un hombre, Ramón Luis Valcárcel, que como los buenos vinos, fue madurando con el tiempo, y que logró hacer de su partido, la primera opción de gobierno y confianza para la mayoría de los ciudadanos (inverosímil imaginárselo hace una década).

Además supo regenerar el centro-derecha murciano cuando de verdad hacia falta, y defender a su tierra en todos los foros donde tuvo oportunidad para hacerlo. Sin lugar a dudas, un magnífico capitán para la gobernación de esta magnífica tierra, que aguarda al sucesor con la esperanza de continuar por la senda del desarrollo y progreso.




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