martes, 19 de febrero de 2008

La izquierda tensa, media nación se pone a temblar

En las últimas semanas y conforme nos acercamos a la cita electoral, asistimos a lo que desde que la nueva cúpula sociata llegó a sus poltronas, parece un tónica: violencia contra todo aquello que no sea "algo" de izquierdas, bien socialista o bien independentista. Es el agit-prop en su estado más puro. Todo vale contra la disidencia del pensamiento único.

Lo contemplamos incluso como algo normal, como si María San Gil, Dolores Nadal o la propia Rosa Díez (líder de UPD), se merecieran que un puñado de energúmenos, raperos, barbudos, sucios, guarros, analfabetos y estúpidos, acechen, amenacen e insulten a gentes tan dignas como las tres anteriores. La universidad (lugar donde por cierto se han producido los últimos ataques de la izquierda) es una trichera irreductible en la que es imposible pronunciar una palabra sin sentir algo de miedo por tu propia integridad física.

Y esto pasa, entre otras razones, porque saben que tienen impunidad para hacerlo; porque saben que pegar un par de gritos o puñetazos les sale gratis y además, cuando regresan a su tribu son recibidos como héroes. ¿Y las vícitmas? Se lo merecen. Son unos fascistas, cabrones y retrógrados. Son los herederos de Franco, los que se oponen a los culos locos lésbicos y gays, los que no quieren más inmigrantes y etc. Esa suele ser la respuesta estándar.

Y ante esto, nos encontramos con un pSOEZ, que comprende e incluso justifica tales actos vandálicos. Una Izquierda Unida que quema fotos del rey, un independentismo catalán que brinda con cava por la independencia de Kosovo y un nacionalismo vasco rancio, obsoleto y racista que no duda de aliarse con la ETA para recoger los frutos de sus acciones (es decir, de los tiros en la nuca y los coches bomba).

¿Cómo puede alguien seguir confiando en los actores principales de una legislatura perdida e incluso recesiva, y que amenazan con volver a hacer frente común para aupar a Zapatero de nuevo a la Moncloa? Sin respuesta.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo que que pensaba que la izquierda daba besitos en los morros...a perdón eso sólo con los terroristas.

saludos